viernes, 24 de julio de 2015

Te repites más que el ajo



 - Hola, qué tal?
 - Bien, buscas polvo de una noche?
 - No, para eso no me meto en una página de contactos. Salgo una noche y me tiro a quién me apetezca.
- Ok, pienso lo mismo que tú. Para follar no es necesario contarte la vida, obra y milagros.

 Después de una semana con llamadas y whatsapps contándote la vida en verso, intercambio de fotos subidas o no de tono, algo de cibersexo ( y venga va, que todo el mundo lo hace) tienes la esperada cita.

 - Qué bien! no ha habido sorpresas
 - Eres más guap@ en persona
 - ¿ Otra cerveza?
 - Si te apetece, me han hablado de un sitio nuevo...

Al final, el efecto de la cerveza hace que estés más a gusto que un arbusto y tema de conversación no falta. No te planteas nada más allá que tenerlo como alguien nuevo en tu vida, será el tiempo el que ponga las cosas en su sitio. Nunca he creído en los flechazos tipo memueroportiyanomeimaginovivirsintupresencia.

 - La penúltima y a casa
 - Perfecto, te acompaño

 En el portal te vas a despedir con dos besos castos y no sabes muy bien cómo, terminas con el morreaco de turno y lo siguiente que visualizas es una cama ( o sofá, o encimera o el suelo, qué más da!)  donde te abandonas al momento de lujuria.

- Oye, pues no ha estado mal.
- Que va, ha sido genial
- Hasta la próxima
- Cuídate

 Desde ese mismo instante TODO da un giro de 180 grados. Incontrolable.

 Diferentes finales para historias que tienen un comienzo común.

 - Cri, cri, cri ( sonido del grillo) nunca más se supo. No le vuelves a ver el pelo.
 - De 7 horas, non stop, de intercambio de mensajes, pasas a recibir la respuesta del whatsapp que has enviado a las 17:00hs, tres días después. Estamos hablando de domingo a miércoles, más o menos.

 - Oye, ¿ te pasa algo?
 - No, por?
 - No sé, estás como diferente
 - Que va! sólo que he estado súper liado con el curro, ya sabes.

Los cojones. Antes había tiempo para todo. De hecho, era la primera persona en darte los buenos días, la última en darte las buenas noches, el feliz lunes, el qué haces, el qué no haces, las 20 llamadas, los mensajes de voz y todo el camión de artillería pesada. ¿ Y ahora?

- Por favor, no me vendas la moto. Para un polvo, puedes ahorrarte todo el repertorio. Si me apetece lo voy a hacer, me bailes el agua o no.

- Seamos serios, hombre! si después de verte y compartir un café/cerveza, ves que no hay feeling...déjalo! no pierdas tiempo ni me lo hagas perder a mí.

- Si no me gustas, te lo voy a decir. Si no te gusto, te agradecería que también lo dijeras.

Esta es la historia que se repite una y otra vez en el ciberespacio. Cuantísima pereza me produce.

Cuando Moll y yo nos conocimos pensamos en escribir un libro con nuestras experiencias surrealistas, él en su papel de hombre y yo, en el de mujer. Pero ahora creo que el tema para una tesis, sería perfecto.

Lo más gracioso de todo es que con cada una de esas historias vives el efecto ALMENDRO ( vuelve a casa vuelve, por navidad...) y después de estar meses en la desaparición más desaparecida te llega un Whatsapp: hola ¿qué tal?

Nos vemos en los bares!




2 comentarios:

  1. La de cosas que me pierdo por no estar soltera..... Aisss

    Pero me lo apunto por si las circunstancias me ponen en esa tesitura en algún momento futuro de mi vida.... Aunque con tías creo que la cosa se complica más que con hombres (mira eso daría para otra tesis)



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    1. Un de mis amigas bollera dice que en el guapa, follar no follas pero puedes tener a una loca viviendo en tu casa a los dos días jajajajaja

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