El invierno

 Qué frío hace, el invierno ya está aquí.

 He de reconocer que siempre me ha gustado esta estación del año, salir a pasear bien abrigada, los gorros, bufandas y guantes de lana que me hace madre y que me vuelven loca, tomar un café a mitad de mañana para entrar en calor, la manta y el sofá para ver una peli el sábado por la tarde, meterte en la cama debajo del nórdico... son todas esas cosas ( y muchas más)  que dan gustico del bueno.

Gustico del bueno cuando tienes con quien compartirlas y es que el invierno es mucho más duro para los que estamos solteros.

Para qué vas a salir a pasear, con el puto frío, si no tienes a nadie que te vaya agarrando, por la calle,  dándote un poco de calor humano? El sofá y la manta se convierten en el binomio perfecto, un sábado por la tarde, pero es mucho más perfecto cuando al otro lado del sofá tienes unos pies que chocan contra los tuyos.

Mención especial al momento: me meto en la cama más sola que la una! Con tu pijama de franela, los calcetines y tiritando como una castañuela.... Que te metes debajo del nórdico y no te puedes ni mover, en tu cama de 1,50 m duermes en 20 cms, acurrucada, de lado y cuando  te da por estirar la pierna un poco más allá se te ponen los pezones como escarpias!

Ya lo dice Mary Pop Star, no hay nada como dormir acompañada de un señor en invierno y en su defecto, como dice Scarlett,  con una bolsa de agua caliente.

Todos los solteros nos deberiamos hacer con una. Yo voy calentando el agua....