martes, 16 de septiembre de 2014

Nunca fueron buenas

Las segundas partes nunca fueron buenas y para mí, esas nuevas oportunidades, no llegan muy lejos.

De serie, vine con 50% de visceralidad y el otro 50% de radicalismo y es que, así soy yo...mis reacciones emocionales son muy intensas  para lo bueno y lo malo.

Ya se que los extremos son lo peor pero, como no me dedico a la política ni al fútbol ni a la religión, podéis estar tranquil@s....o eso creo.

A mí si me gusta algo o alguien, me gusta de arriba a abajo, para ayer, hoy y mañana. Mi idilio con el arroz y la pasta, en todas sus formas y variedades, es un claro ejemplo de lo intensa y extrema que puedo llegar a ser.

Y es que siento, inmensa  pereza, hacia las personas a medias tintas, a las de hoy sí y mañana no, a los contenidos, emocionalmente hablando, y a los que, en vez de torrente de sangre, tienen las venas repletas de horchata.

Los que me conocen bien saben soy muy exigente con las relaciones pero la primera a la que exijo, es a mí misma. Si yo me curro una relación no me conformo con menos de lo que doy y con esto, no quiero decir que doy esperando recibir...no sé si me entendéis.

Como dice BritanyLoreal soy una sentencias y sí, así soy pero es lo que hay.

Si me siento engañada, defraudada, decepcionada no me cierro a una segunda oportunidad, aunque me cueste horrores,  pero las segundas partes, no van conmigo.



4 comentarios:

  1. Es que es ciertisimo, no valen las segundas partes...
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No recuerdo peli, libro o relación que fuera bien en su segunda parte...radical.com jajaja

      Eliminar
  2. Respuestas
    1. Así es María..aunque en alguna ocasión o en muchas nos equivoquemos.

      Eliminar